Richard Wagner nació en Leipzig el 22 de mayo de 1813. Su padre, un funcionario modesto, murió seis meses después. En agosto de 1814, su madre se casa con el actor Ludwig Geyer, de quien se especula podría ser el padre biológico de Wagner. Geyer murió cuando Wagner contaba con apenas 10 años. Se dice que fue Geyer quien le inculcó la pasión por el teatro y las artes.
A los 15 años de edad Wagner descubre la música y decide dedicarse a este arte, por lo que se inscribe en la universidad de su ciudad natal en 1831. Entre los compositores que más le influyen destaca Ludwig van Beethoven.
En 1832, Wagner comienza la composición de su primera ópera, Die Hochzeit (La boda) pero abandona la idea debido al desagrado de su hermana con el argumento. La primera ópera completa del genial compositor, Die Feen (Las Hadas) fue terminada en 1833 pero no sería estrenada hasta poco después de su muerte, en 1884.
Durante estos primeros años de su carrera es nombrado director musical en las óperas de Wurzburgo y Magdeburgo. Entonces escribe La prohibición de amar (Das Liebesverbot), ópera inspirada en una pieza de William Shakespeare (Measure for Measure). Presentó esta obra en 1836, pero fue acogida con poco entusiasmo. Ese mismo año Wagner se casa con la actriz Minna Planer. La pareja se traslada a Königsberg y después a Riga, donde Wagner ocupa el cargo de director musical. Tras algunas semanas, Minna le abandona por otro hombre. Poco después ella regresa, pero la relación nunca se recompone y transcurrirá penosamente durante las tres siguientes décadas.
Sumidos en las deudas, los esposos abandonan Riga de manera furtiva en 1839. Parten hacia Londres y en el trayecto son víctimas de una tormenta que inspira a Wagner El holandés errante (Der Fliegende Holländer). Los Wagner viven un periodo en París, donde Richard gana su vida reorquestando las óperas de otros compositores.
El ciclo del Anillo
Wagner dedicó más de veinticinco años de su vida a la concepción de la más ambiciosa de sus obras: el ciclo de cuatro óperas, un prologo y tres jornadas, que se conoce como El anillo del nibelungo.En 1848 Wagner escribió un texto que tituló El mito nibelungo, a partir de diversas fuentes de origen medieval. El texto, que combina distintas sagas y leyendas en una sola línea narrativa, puede ser considerado el precedente claro de la trama del ciclo del Anillo.
Como siempre, Wagner escribió íntegramente el libreto de cada una de las óperas, empezando por el libreto que llamó primero La muerte de Sigfrido (Siegfrieds Tod) y que terminó convirtiéndose posteriormente en El ocaso de los dioses. Entendiendo que necesitaba una ópera previa, escribió el libreto El joven Sigfrido (luego convertido en Sigfrido) que terminó en 1851, año en que decidió que debía completar el ciclo completo, que debería ser representado en cuatro noches consecutivas: El oro del Rin, La valquiria, El joven Sigfrido, y La muerte de Sigfrido.
Terminó los textos de El oro del Rin y de La valquiria en 1852. A partir de entonces trabajó de forma discontinua en las partituras, que fueron compuestas en el orden en el que se representan las óperas, lo que se percibe claramente en la forma en la que se van incorporando progresivamente los distintos motivos o leitmotiv a la obra.
El trabajo de composición fue bastante continuado entre 1852 y 1857, pero una vez finalizado el segundo acto de Sigfrido, Wagner interrumpió la composición del ciclo unos doce años, durante los que escribió Tristán e Isolda y Los maestros cantores de Núremberg.
En 1869 volvió a la composición de Sigfrido, terminando en octubre la composición de El ocaso de los dioses.
El ciclo completo no fue representado hasta el verano de 1876, una vez terminada, no sin grandes esfuerzos, la construcción del teatro promovido en Bayreuth por Wagner para la representación del Anillo, en las condiciones requeridas por el maestro.
Wagner y antisemitismo
El antisemitismo de Wagner se manifiesta en su ensayo Das Judenthum in der Musik (El judaísmo en la música) publicado anónimo en su momento (1850) y más adelante bajo su nombre. En él, Wagner deplora la judaización del arte moderno y sostiene la tesis según la cual "el judío" es realmente incapaz de expresarse artísticamente no por su apariencia exterior ni por su lengua, pero por lo menos sí por su canto, no obstante "aquél" llegue en la música al dominio del gusto público.En su ensayo ¿Qué es alemán? de 1865, Wagner intenta explicar el fracaso de la Revolución de 1848 debido al hecho de que al verdadero auténtico alemán -y sus nombres- se lo representó tan súbitamente por una clase de gente que era totalmente ajena a él.
Además, sobre el círculo bayreuthiano en torno a Richard y Cósima Wagner se introdujo en la sociedad alemana, en la segunda mitad del siglo XIX, un racismo en una forma totalmente nueva: un racismo biologizante. Fue esencialmente representado por el francés Arthur de Gobineau, que impresionó a Wagner, y el inglés –alemán de adopción- Houston Stewart Chamberlain. Ambos propagaron la superioridad de una "raza aria" frente al judaísmo. Chamberlain se casó en 1908 con Eva, hija de Wagner.
Algunos autores reclaman una contradicción de los argumentos sobre este tema, ya que Richard Wagner demuestra a sus amigos y compañeros de trabajo judíos una gran confianza. Entre otros conocidos del autor se destacan: su ayudante Karl Tausig, Joseph Rubinstein, Angelo Neumann y la famosa cantante Lilli Lehmann. El estreno de su último trabajo Parsifal se lo confió al director de orquesta Hermann Levi en Bayreuth.
La ejecución de las obras de Wagner todavía es ardientemente controvertida en Israel. Así, por ejemplo, la representación de la obertura de la ópera Tristán e Isolda en dirección del argentino Daniel Barenboim en julio de 2001 condujo a un escándalo. Se han impedido otras representaciones wagnerianas, en parte debido al sabotaje con protestas por parte de supervivientes del Holocausto.
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