El 9 de agosto de 1945 se lanzó sobre ella la segunda bomba atómica. El bombardero estadounidense "Bockscar", en busca de astilleros, en cambio encontró la fábrica de armas Mitsubishi. Sobre este objetivo dejó caer la bomba atómica Fat Man, la segunda bomba atómica en ser detonada sobre Japón y más poderosa que la de Hiroshima.
Inicialmente el blanco era Niigata, pero estaba lloviendo; se cambió a Kokura, pero había niebla espesa y no se pudo ubicar, y a falta de combustible y con la misión en peligro Sweeney se decidió finalmente por el último blanco alternativo, por Nagasaki, el Great Artist, actuando como avión meteorológico informó que existía un claro visible entre las nubes, el Bockscar solo tenía combustible para una sola pasada. Al llegar el avión encontró un cerrado techo de nubes, tenía que tomar una decisión o la arrojaba o volvía, se decidió el bombardeo por radar.
Efectos del bombardeo
Nagasaki, antes y después de la bomba atómica A pesar de que la bomba falló por una distancia considerable, no perdonó y aun pudo arrasar casi la mitad de la ciudad al caer a un costado del valle de Urakami, donde se emplazaba la ciudad. 75.000 de los 240.000 habitantes de Nagasaki murieron instantáneamente, seguidos por la muerte de una suma equivalente por enfermedades y heridas. Se estima que la suma total de muertos fue de bastante más de 140.000 personas entre civiles y militares.
El terreno donde se encuentra la ciudad es muy montañoso y esto delimitó los efectos de las ondas expansivas de la explosión inicial. De todos modos la destrucción, el caos y el horror fue similar al de Hiroshima. Fue tal la estupefacción de los cuarteles militares y el grado de shock tanto de civiles como militares que en Nagasaki no se inspeccionó hasta después de una semana, cuando la ciudad era ya un osario silencioso. Los que lograron sobrevivir más allá del radio de acción de la bomba tuvieron que asistir a las oleadas de heridos en su mayoría graves.
En esta zona se incendiraron las estructuras de acero de los edificios de concreto. Los árboles fueron arrancados desde la raíz y quemados por el calor. Algunas personas tuvieron quemaduras en todo el cuerpo, otros perdieron la vista, pero lo que causo impacto, fueron las progresivas deformaciones que afectaron a la población, pues estas no se manifestaban en el acto, sino que podían presentarse años, meses o semanas después.
Japón se rindió 5 días después de esta destrucción.
Tras la guerra la ciudad fue reconstruida, aunque ampliamente modificada. Se construyeron nuevos templos e iglesias, ya que la presencia cristiana nunca desapareció e incluso ganó una gran adherencia durante la guerra. Algunos de los escombros fueron dejados intactos en memoria y se levantaron nuevas edificaciones con el mismo objetivo, como el museo de la bomba atómica. Nagasaki es aún una ciudad portuaria con una rica industria naval y es además un fuerte ejemplo de perseverancia y paz.
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