25 de mayo de 2012

Las Creencias y el Progreso

Las Creencias y el ProgresoSi tomamos a las creencias como la generación de un juicio sin evidencia o abstracción generada a partir de la percepción de los sentidos o lógica; las creencias son originadas por un acto irracional.

¿Porqué el ser humano puede hacer tal cosa? Claramente la razón está en que el individuo necesita respuestas y tiene necesidades psicológicas que cubre mediante creencias para sobrevivir. La pereza mental, el aburguesamiento del pensamiento y la mediocridad intelectual son la fuente de ello.

El ser humano se da respuestas que se acomodan a sus necesidades o es influido por el entorno e inculca socialmente ciertas creencias.

De las primeras, autoimpuestas, resulta que la creencia es el punto final del individuo sobre un tema determinado. La persona se puede “rotular” con una cualidad determinada con la que no ve capacidad de realizar ciertas tareas y de esa forma justifica no intentar hacerlas y evita de ese modo la frustración.

Muchas veces esas creencias infundadas detienen el progreso del individuo para su mayor realización de su potencial.

Las segundas, las sociales, también pueden rotular a un individuo y generar el mismo efecto limitante o desarrollar una creencia general sobre algo y actuar limitantemente sobre toda una sociedad.

Tales son los casos de las creencias sin sustento alguno de que la Tierra era plana y si no hubiera habido quienes desafiaran la misma, no se hubiera descubierto el nuevo mundo por parte de los europeos.

Tampoco los físicos hubieran alcanzado mayores conocimientos sobre la creación del universo, de nuestro sistema solar o desarrollo y evolución de las especies si nos hubiéramos dados por conformes con la creencia de que Dios creo todo en el estado en el que está y que el universo tiene 4.000 millones de años.

No hubiese tenido sentido investigar más. Esto es un efecto limitante y para que cualquier individuo genere logros extraordinarios para sí mismo debe romper con su caja de creencias. La capacidad del ser humano es similar en todos sus integrantes y son muchos los casos de los que, de la nada y sin recursos, han logrado cosas increíbles.

Esto no es más que una actitud mental, no verse limitado por ninguna creencia ni propia ni autoimpuesta por la sociedad.

Las creencias más organizadas y muchas de ellas escritas –la religiones- han impuesto creencias limitantes en la humanidad durante miles de años que, hasta no llegar el renacimiento y el iluminismo, han hecho enormes daño. Basta la religión para que, gente buena, pueda hacer cosas malas. Tal es el caso de la quema de brujas, la inquisición o las cuatro cruzadas –guerras santas- que se lanzaron contra oriente. Solo las creencias son capaces de hacer accionar a un ser irracionalmente dado que por sí mismas no tienen fundamento racional. Aquí se mezcla con el fanatismo, lo dogmático y lo supersticioso.

El progreso lo ha traído siempre el revolucionario, el libre pensador, quien ha visto las cosas de un modo diferente ya que, si siempre se ven igual, nada cambia ni progresa. El conocimiento se logra a través de la razón y no la negación de la misma.

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