La crisis de los tulipanes tuvo su comienzo cuando el embajador alemán en Turquía, el señor Busbeek, trajo una flor llamada turban. Pronto llamó la atención entre la gente la belleza y quedó bautizado como tulipán. Con el paso del tiempo el tulipán pasó de ser una flor que daba color a las casas burgalesas a todo un símbolo de avance social, incluso estaba mal visto no poseer una colección de tulipanes, particularmente en Alemania y Holanda. Ante la gran demanda de tulipanes el precio fue disparándose año tras año, esto no pasó desapercibido entre los inversores de la época que decidieron invertir en este nuevo producto. Tal fue la demanda, que los bulbos de tulipán empezaron a negociarse en la bolsa de Amsterdam en el año 1636, de esta forma, entraron en el negocio agentes y especuladores que vieron en el tulipán una oportunidad de hacer un gran negocio.
A partir de aquí, tanto grandes como pequeños inversores empezaron a invertir únicamente en la apreciada flor, incluso se cuenta que muchos llegaron a vender sus negocios u otras posesiones, llegó también el capital extranjero, con lo cual el precio seguía disparándose exageradamente. Pese a que algunos expertos empezaron a preocuparse y a llamar la atención del peligro de invertir en la flor, los inversores no hicieron caso e incluso cuando se les terminaba la liquidez pedían créditos para seguir invirtiendo.
Cada vez aparecían en el mercado nuevas especies de tulipán, y los inversores seguían comprando sin importarles el precio estratosférico que les tocaba pagar por ellos. Pero llegado el año 1937 empezó a extenderse el sentimiento de la duda entre los inversores. ¿Cómo puede ser que unos cuantos bulbos de tulipán valgan tanto como una empresa? Se preguntaban algunos. Y así estalló la burbuja de los tulipanes, la venta de los primeros especuladores hizo saltar la alarma y comenzaron a haber demasiados vendedores y ningún comprador, así, el precio cayo en picada y el que un día se consideraba multimillonario, al día siguiente se daba cuenta que toda su fortuna estaba compuesta por unos bulbos de tulipán que ya no tenían ningún valor. Mucha gente perdió sus negocios, viviendas y se quedaron con unos créditos que eran incapaces de pagar, y así empezó una época de depresión que Holanda tardó muchísimo tiempo en olvidar.
¿Habrá algún parecido en la situación actual del mundo? Lo importante es que se salió de depresión y también recordar que nos seguimos equivocando…
1 comentario:
Curioso, aunque sigue ocurriendo con cualquier bien que esté en auge y que irremediablemente tendrá un declive como todo, sino crecería hasta el infinito? xD
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