Esta niña, Becky Prosser, de ahora 7 años, disfruta de su sonrisa tras un increible trabajo médico de reconstrucción facial debido a una marca de nacimiento. Al nacer parecía algo insignificante y a las pocas semana se manifestó sobre la mitad de su cara.
La familia se sentía sin esperanza de ayuda viendo como esta patología terminaba con la cara de la niña.
Los médicos diagnosticaron hemangioma, una anomalía en los vasos sanguíneos de la piel, que rara vez se desarrolla de esta forma.
Después de 18 meses de tratamiento, finalmente lograron eliminar el problema. La madre dice que no puede creer que haya salido todo tan bien y que - a las familias en las mismas circunstancias - existe una luz al final del tunel.
via daily mail
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