Algunos historiadores remontan el origen del saludo militar al Imperio Romano, cuando, debido a algunos asesinatos, se convirtió en costumbre que al visitar a un oficial se levantase la mano para mostrar que no se iba armado.
Otros se inclinan por achacarlo a la costumbre de los caballeros medievales de saludarse levantando el visor de su casco. Sí sabemos que a principios del siglo XIX los Coldstream Guards modificaron el saludo habitual del Ejército británico –tocarse el sombrero con la punta de los dedos–. Pasaron a darse una leve palmada en el gorro propio, lo cual derivó en el saludo militar que conocemos hoy.
Rafael Calatay, Palencia, (Barcelona)
via Quoconsultas
1 comentario:
Veo que pones cosas muy interesantes en tu blog. Eso me gusta. Saludos.
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