Muchos son los terribles bombardeos que se recuerdan de la Segunda Guerra Mundial: Londres, Dresde, Hamburgo… Pero el mas destructivo tuvo lugar en Tokio, Japón. Durante el transcurso de la guerra, las Fuerzas Aéreas del Ejército de los Estados Unidos realizaron hasta 14 ataques aéreos con bombarderos B-29 sobre la capital nipona, los cuales acabaron con el 50% de la ciudad. El mas devastador tuvo lugar en la noche del 9 al 10 de marzo de 1945. Esa noche partieron 335 bombarderos B-29 hacia Tokio, y 279 de ellos lanzaron casi medio millón de bombas explosivas e incendiarias -unas 1.700 toneladas- que arrasaron el 25% de la ciudad -unos 41 km²-, mataron a unas 100.000 personas, hirieron a mas de 100.000 y destruyeron mas de 250.000 edificios, dejando sin hogar a mas de un millón de japoneses. El efecto mortífero fue mayor que el causado inicialmente por el lanzamiento de la bomba atómica sobre Hiroshima (80.000 muertos) o Nagasaki (74.000 muertos). Chester Marshall, piloto de un B-29 que sobrevoló la zona tras el devastador ataque, dijo: “A 5.000 pies de altura, podías oler la carne quemada”.
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