Mirando la web me encontré con un articulo el cual transcribo a continuación con una versión –a mi ver- feminista. Gracioso es el tema de que cómo puede ser una mujer líder cuando aún los hombres no gustan de recibir indicaciones de las mujeres. ¿A quienes van a liderar cuando el liderazgo se gana desde la eficiencia y el respeto de quien se lidera? Y dice:
El liderazgo no es una prerrogativa del sexo masculino o del femenino; sin embargo, la historia nos enseña que el hombre casi siempre ha sido quien estuvo al mando de los imperios, de los países y cualquier otra organización en general.
Por alguna razón, en la mayoría de las especies animales, quien guía la manada es el macho. Las hembras se remiten a cuidar de las crías y a seguir al jefe. En la especie humana esta costumbre no ha sido muy diferente durante toda su evolución y, en la mayoría de las culturas, las cosas no han cambiado significativamente a pesar de los esfuerzos sostenidos para lograr la igualdad entre sexos en los aspectos relacionados al campo de trabajo y a su posición en la sociedad.
Durante milenios la mujer ha vivido reprimida bajo la dominación masculina. Los seres humanos, hasta hace no mucho tiempo tuvieron una muy reducida esperanza de vida por lo tanto las mujeres, apenas alcanzada la pubertad, debían iniciar a procrear para garantizar la supervivencia de la especie. De esa manera, no tuvo oportunidad de probarse a sí misma en el manejo del poder aunque se dieron algunos casos en la historia como el de algunas reinas y emperatrices las cuales alcanzaron posiciones de mando por derecho y no por mérito.
Los hombres en general debían ir a la guerra así que la dirección y el control de los hogares quedaba normalmente a cargo de la mujer, por lo tanto, ella fue desarrollando un estilo de liderazgo donde, por necesidad, debía estar atenta a las necesidades de sus subordinados (sus hijos y demás familiares), resolver y tomar decisiones aún en los escenarios más difíciles, inciertos, y en al mayoría de los casos con muchas limitaciones económica. El amor hacia los hijos y el sentido de responsabilidad la han obligado a luchar y seguir adelante e ingeniárselas. Hoy en día, la situación de la mujer en la sociedad occidental está cambiando. Desde comienzos del siglo pasado se ha gestado una masa crítica en la sociedad, hombres y mujeres luchando por la igualdad de los derechos de la mujer, que no sin muchas dificultades está permitiendo el avance de la mujer en la ocupación de cargos de poder y responsabilidad fuera del ámbito del hogar. En las estructuras jerarquizadas, aún no se le ha dado el espacio que merece. Esas estructuras han sido diseñadas bajo los esquemas de liderazgo masculino y la mujer no ha logrado encajar.
La cultura del liderazgo masculino en el mundo occidental está signada por el estilo militar de jerarquías rígidas y la mujer, al no haber sido sometida nunca a ese liderazgo, no se adapta a él. En cambio, a lo largo de la historia, siempre tuvo que ingeniárselas para ser tomada en cuenta lo cual le permitió desarrollar un poder de persuasión y de percepción considerable, sin hacer uso de autoridad.
Según el libro ‘Megatendencias de la mujer’ de Aburdene y Naisbitt, Editorial Norma, en un informe publicado en 1991 por la Fundación de la Mayoría Feminista reveló que de los 6502 altos empleados de las 500 compañías publicadas en la revista Fortune, de subdirectores para arriba, solamente 175 son mujeres. De ese estudio se concluyó que tardaría unos ‘475 años’ en alcanzar la igualdad con los hombres en el medio empresarial.
Los autores difieren de esta afirmación y alegan lo siguiente:
- La lista de las 500 compañías de Fortune es una pauta obsoleta e inadecuada para medir el éxito en los negocios. No representa ni el segmento más amplio ni el más dinámico de la economía en los Estados Unidos. Las pequeñas y medianas empresas participan con un porcentaje mucho mayor en el producto interno bruto de ese país que las 500 de Fortune.
- En la actualidad más de cinco millones de mujeres dirigen empresas pequeñas y medianas en crecimiento, las cuales serán las más importantes en el futuro.
- La que hoy es la lista de las 500 compañías de Fortune no tendrá parecido alguno con la de los próximos diez años. Los principales ejecutivos de hoy se jubilarán en el transcurso de estos años. Detrás de ellos vienen las promociones de las mujeres talentosas entre 35 y 45 años de edad, quienes llegarán a la dirección y a las más altas posiciones ejecutivas de las empresas en poco tiempo.
Hay profesiones y empresas en las cuales las mujeres han asumido el liderazgo ya desde hace un tiempo, tales como las artes, la salud, la educación, atención especial, alta tecnología y ciencia, etc. De hecho, corresponden al tipo de actividad donde se requiere una alta vocación de servicio. En todas aquellas profesiones consideradas masculinas, la mujer se está ganado a pulso una posición.
Cómo podemos considerar el ‘liderazgo femenino’? Tiene cabida en esta sociedad tan tecnificada y materialista?
El hombre mantuvo su liderazgo absoluto durante los siglos de la economía agrícola y los dos siglos de la economía industrial. Durante todo este tiempo tanto la fuerza física como el don de mando fueron condiciones necesarias para tener el poder. Ahora estamos en la era de la información y del conocimiento y las estructuras jerarquizadas se están tambaleando.
En esta sociedad de cambio y de crisis las mujeres empezaron a ganar espacio en las pequeñas y medianas empresas. Al no tener educación militar sino las destrezas adquirida en la dirección de sus hogares, en los entornos empresariales de pequeña escala, la mujer fue de manera instintiva aplicando sus estrategias y estilo en el mando y control de estas empresas.
En las grandes organizaciones, debido a la presión de los cambios a los cuales están siendo sometidas, los expertos en recursos humanos han estudiado nuevas maneras de dirigir al personal, concluyendo que, en general, para lograr una alta motivación en el desempeño de los trabajadores, se requiere de un gerente que los apoye y una atmósfera creativa donde cada cual pueda pensar a sus anchas.
Así que, viendo el éxito que están teniendo las pequeñas y medianas empresas, las cuales están siendo lideradas en buena parte por mujeres bajo un estilo gerencial más amplio y flexible, se ha estudiado este liderazgo como el estilo que puede resolver los problemas de las organizaciones y se le ha dado el nombre de ‘liderazgo femenino’.
En qué consiste este liderazgo? Los autores Aburdene y Naisbitt desarrollaron un cuadro comparativo de los dos supuestos estilo de liderazgo y que se detalla a continuación:
Liderazgo tradicional Liderazgo transformador (femenino) Se basa en dar órdenes Facilita / Enseña Posición Conexiones Tiene todas las respuestas Formula las preguntas indicadas Da órdenes Sirve de ejemplo Limita y define Autoriza Impone disciplina Valora la creatividad Jerarquía Trabajo mancomunado Exige ‘respeto’ Desea que la gente se manifieste y actúe" Control del desempeño Acuerdo mutuo para conseguir resultados concretos. Aumentos anuales automáticos Remuneración según el desempeño Arquetipo Militar Arquetipo pedagógico Mantiene una vigilancia continua Ambiente propicio para la realización personal. Castigo Premio Mira arriba / abajo Mira hacia fuera Esto es lo que vamos a hacer! Cómo puedo ayudarlo para que Ud. dé
lo mejor de sí mismo? Visión restringida Visión amplia Cerrado: información = poder Apertura Manda y controla Da autorización a la gente Poco tiempo para la gente Tiempo infinito para la gente Rígido Flexible En la cima En el centro Mecanicista Integrador Impersonal/objetivo Personal
El liderazgo masculino o tradicional se ha caracterizado por lograrse tras negociaciones y transacciones: premios por servicios prestados y castigos por mal desempeño. De allí que se les denomina ‘líderes transaccionales’.
El liderazgo femenino trata de transformar los intereses personales de la gente en metas de la organización; por eso se denomina ‘liderazgo transformacional’.
Se ha observado que el ambiente propicio para la mujer son las organizaciones de rápido cambio y crecimiento pues estas condiciones representan siempre una oportunidad. Las mujeres logran mejor desempeño en las organizaciones donde se prefieren profesionales jóvenes bien preparados que exigen ser tratados como individuos.
Las mujeres que están logrando un éxito realmente destacado en su liderazgo son aquellas que han asumido las características de lo femenino en su gestión tales como el respaldo, el estímulo, la enseñanza, la comunicación abierta, el deseo de escuchar, y, en general, la capacidad para crear un ambiente positivo y de colaboración.
En esta sociedad en que vivimos, con un ambiente tan acelerado, cargado de información y en constante cambio, las empresas jerarquizadas no logran respuestas oportunas ni efectivas; así que, el estilo de liderazgo fundamentado en el ejercicio del mando está perdiendo espacio. Aún más, se está constatando que las organizaciones en redes son aquellas que están siendo más exitosas y para lograr su funcionamiento, el tipo de liderazgo femenino es el más adecuado.
Conclusión:
Según los autores Aburdene y Naisbitt, para la mujer, este es un momento de oportunidades muy importante. No se trata de buscar la supremacía sobre el hombre pues ambos han sido creados para complementarse y no para ser sometidos a la voluntad del otro. Lograr el equilibrio no es fácil pero es un reto para nuestra actual sociedad. La mujer debe antes que nada tomar conciencia de su valor, dejar a un lado sus prejuicios y temores, y desempeñar el rol que se le está exigiendo.
Si deseamos lograr que los cambios nos conduzcan a un mundo mejor, la mujer debe tomar más las riendas pues el hombre, en su inseguridad y confusión, tiende a buscar la solución de los conflictos en la violencia. Vivimos un momento histórico que exige a la mujer extrapolar su liderazgo más allá de las paredes de su hogar.
Autoria: Janye Maria Rosignoli Moroni
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