Un obelisco es un monumento pétreo con forma de pilastra, de sección cuadrada, con cuatro caras trapezoidales iguales, ligeramente convergentes, rematado superiormente en una pequeña pirámide denominada piramidón. Generalmente se erigían sobre una base de piedra prismática.
Los antiguos obeliscos se tallaron de un solo bloque de piedra (monolitos). La Palabra obelisco deriva del griego obeliskos, que es diminutivo de obelos y significa "aguja" (para asar la carne).
El primero del que se tiene noticia se data en la época de Userkaf, faraón de la dinastía V de Egipto (c. 2500 adC). Se desconoce como eran erigidos estos fantásticos monumentos, pues no hay ninguna documentación egipcia describiendo el método empleado.
Los antiguos egipcios labraban obeliscos a partir de un único bloque de piedra —por lo general de granito rojo— y luego los colocaban frente a tumbas y templos. Algunos son enormes. El más alto todavía en pie se alza 32 metros sobre una plaza romana y pesa 455 toneladas. La mayoría están decorados con jeroglíficos.
En Egipto se les llama “tejen”, que significa protección o defensa, por lo que se ha especulado su relación con Ra, el dios del Sol. Los soberanos egipcios los erigían, o bien para agradecer a este dios la protección y las victorias que les daba, o bien para hacerle alguna petición.
La forma de los obeliscos —inspirada, según se cree, en las pirámides— representa los rayos de luz solar que bajan a calentar e iluminar la Tierra. Los obeliscos también se utilizaban para dar gloria a los faraones.
Actualmente la ciudad de Roma, Italia, es la que tiene mayor número de obeslicos en el mundo: ocho de origen egipcio y cinco esculpidos durante el esplendor del imperio Romano.
Obleisco Ciudad de Buenos Aires
3 comentarios:
buen dato, ignoraba el mismo
Buen post, saludos y gracias por tu visita.
Buen post y buen blog, por cierto, gracias por tu visita a buscadorblog.blogspot.com
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